DALE IMPORTANCIA A LA ALIMENTACIÓN
Nuestros ojos también notan si nos alimentamos bien o no, de hecho, se ha demostrado que seguir una dieta rica en frutas y verduras antioxidantes, en la que se incluyan con frecuencia alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3, y se ingiera al menos dos litros de agua al día, ayuda a evitar la sequedad ocular. Además, los vegetales y las frutas anaranjadas o amarillentas como el maíz, la calabaza, la naranja, la mandarina, o el melocotón tienen niveles elevados de zeaxantina, que es un pigmento antioxidante que se encuentra en la retina, y previene las enfermedades oculares relacionadas con la edad.
El aceite de oliva, por su parte, ayuda a prevenir enfermedades como la degeneración macular del ojo.
También es importante evitar los alimentos grasos o azucarados que favorecen la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes y el hipercolesterol, ya que las personas con estas patologías son más propensas a sufrir un envejecimieto ocular prematuro.
Consume también alimentos con vitamina E, que tienen acción antioxidante. Es la principal vitamina antienvejecimiento, que prolonga el buen estado de la vista.
EVITA LAS MOLESTIAS OCULARES PROVOCADAS POR EL ORDENADOR
Reduce las horas de uso de este tipo de dispositivos en la medida de lo posible. Si ya tienes que utilizar el ordenador por tu trabajo evita estar también las horas libres de trabajo conectado a dispositivos móviles, tablets, etcétera.
Parpadea con frecuencia y cada hora de exposición a las pantallas descansa entre tres y cinco minutos.
OPTIMIZA EL GRADO DE HUMEDAD EN LAS ESTANCIAS
Es importante para evitar la sequedad ambiental. Se recomienda que el grado de humedad esté entre el 35 y el 45 por ciento. Para conseguirlo, nos podemos ayudar de un humidificador y además, aunque haga frío, tenemos que adquirir la costumbre de ventilar la habitación al menos una vez al día.
CUIDA LA PIEL DE TUS OJOS
No restes horas al sueño y mantén el estrés a raya. Además, prueba a dormir con la cabeza un poco más elevada que el resto del cuerpo para evitar la concentración de fluido en los párpados inferiores.
Las cremas específicas para el contorno de ojos te ayudarán a hidratar y nutrir la delicada piel de la zona de los ojos.
Disminuye la sal en tu dieta.
Consume alimentos ricos en vitamina C (para fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos), en potasio (para eliminar el exceso de fluidos), y en antioxidantes, como los arándanos, el té verde o negro, las uvas pasas, el perejil, las cebollas y las legumbres.
REVISA TU VISIÓN UNA VEZ AL AÑO
Recuerda que la mayoría de los problemas oculares y visuales, incluso los más graves como el glaucoma, tienen remedio si el diagnóstico es temprano. Y si sufres enfermedades como la miopía o el astigmatismo, la visita regular a tu óptico-optometrista controlará el avance de estas patologías.
LLEVA UNA BUENA HIGIENE
No te toques los ojos con las manos sucias y no los frotes compulsivamente.
Su usas lentes de contacto, hay que tener especial cuidado con la higiene, y seguir siempre las indicaciones que da el óptico optometrista sobre cuidad y mantenimiento.
Las mujeres que se maquillen deben tener aún más cuidado con sus ojos porque algunos cos- méticos pueden provocar alergias e irritaciones. Para protegerlos, se debe desmaquillar los ojos a conciencia, utilizar productos antialérgicos y evitar que los utensilios de maquillaje toquen el interior del ojo.
NO FUMES
Fumar expone los ojos a altos niveles de estrés oxidativo.
USA GAFAS DE SOL TODO EL AÑO
Los rayos UV desgastan la vista y generan problemas como cataratas, quemaduras de retina u otras enfermedades. El uso de unas gafas de sol homologadas y con protección UV protege nuestros ojos frente a la radiación.
Adquiere siempre las gafas de sol en un establecimiento sanitario de óptica, con el cumplimiento de la normativa de calidad, seguridad y garantía.
EVITA LAS GRASAS SATURADAS
Este tipo de grasas puede causar depósitos en las arterias que dificultan la circulación sanguínea. Los ojos resultan especialmente sensibles a este fenómeno, debido al pequeño tamaño
de sus capilares.
PRACTICA EJERCICIO
La actividad física practicada de forma regular mejora la circulación sanguínea, lo que favorece la oxigenación ocular y la eliminación de toxinas, además de disminuir el riesgo de padecer diabetes e hipertensión.
Parte de la información sustraída de FUNSAVI