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Riesgos oculares para el diabético

En España, 2’5 millones de personas padecen diabetes.
Según el Atlas de la diabetes, en los dos últimos años la prevalencia de diabéticos ha aumentado un 33’41% en adultos. Según este estudio, en 2035 habrá cerca de 5’1 millones de diabéticos en nuestro país.
A parte de los problemas propios de padecerla, ¿qué riesgos conlleva para los ojos?
El tener azúcar aumenta el riego de padecer ciertas enfermedades oculares que pueden acabar en ceguera irreversible, como puede ser el glaucoma.
Una persona diabética es un 40% más propensa de padecer glaucoma. Se produce cuando hay un aumento de presión ocular, esta aplasta los vasos sanguíneos y el nervio óptico dañando la retina y el propio nervio.
Otra enfermedad es la catarata, donde afecta hasta un 60% más en personas diabéticas. La tendencia en estos casos es a aparecer antes de lo habitual y a progresar más rápido. También conlleva a tener mayores problemas tras la extracción de la catarata, donde puede generar la propia cirugía una retinopatia o desarrollar un glaucoma.
La retinopatia diabética es una enfermedad común que se desarrolla en prácticamente todos los diabéticos. El principal problema que desarrolla es la vasodilatación de los capilares en el ojo formando así bolsas o fugas de líquido con afección en la mácula provocando un edema (inflamación) y originando pérdidas de visión o hemorragias.

Estas complicaciones, ¿podrían tratarse?
La cirugía láser, en la mayoría de estas afecciones puede usarse, sobretodo en el caso de la retinopatia diabética y el edema mácular.
En el caso de las cataratas, la cirugía es la misma que en el caso de personas no diabéticas, solo hay que tener en cuenta que no se debe intervenir en estadios muy avanzados, para que la catarata no este muy madura y conlleve otras lesiones como hemos citado antes.

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Además, si se siguen unas pautas se pueden evitar la mayoría de las complicaciones de manera temprana, algunos de nuestros consejos son:
Realizarse un examen visual anual
Hacerse un fondo de ojo (retinografia) al menos 1 vez al año
Hacer tomas de tensión ocular
Evitar el tabaco
Realizar ejercicio y seguir una dieta saludable
Tomar la medicación necesaria
Hacer un seguimiento exhaustivo del nivel del azúcar
Hacerse analíticas generales anualmente