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EL GLAUCOMA, UNA ENFERMEDAD SILENCIOSA

El 12 de marzo se celebra el Día Mundial del Glaucoma, un grupo de enfermedades oculares que afectan aproximadamente a un millón de españoles.

El glaucoma constituye la segunda causa de ceguera en el mundo, solo superada por las cataratas, según datos de la Organización Mundial de la Salud. A pesar de su gravedad, la mitad de la población afectada por glaucoma lo desconoce, ya que generalmente no causa síntomas que adviertan de la patología. El problema es que, si no se detecta y se trata a tiempo, el glaucoma puede llegar a producir baja visión e, incluso, ceguera en el 5% de los casos. Con una detección temprana de esos casos de ceguera se podría evitar en un 95%.

Hay que recordar que el glaucoma es asintomático y, por ello, es fundamental que toda persona mayor de 45 años acuda a comprobar su presión intraocular al menos una vez al año.

Una buena revisión periódica será tu gran aliada.

21B71FC8-B4EF-486C-BEEF-1A74E1814E64El glaucoma es una lesión irreparable del nervio óptico, normalmente provocada por un fuerte aumento de la presión intraocular. Esta lesión causa una pérdida progresiva de visión, que normalmente comienza por la periferia del campo visual. En la mayoría de los casos, el paciente no experimenta ninguna molestia ni síntoma hasta que se produce una pérdida visual permanente e irreversible, es por ello que se trata de una “emfermedad silenciosa”. De ahí la importancia de la detección precoz de esta grave patología ocular y el tratamiento en estadios iniciales.

¿A quién afecta el glaucoma?

Aunque el glaucoma puede aparecer a cualquier edad, algunos grupos de pacientes son más proclives a desarrollar la enfermedad en uno o ambos ojos y, por lo tanto, deben acudir a las revisiones al menos una vez año:

• Mayores de 45 años que no se hayan sometido a un examen ocular en los últimos años.
• Personas con antecedentes familiares de glaucoma, en especial de familiares directos como padres o hermanos.
• Pacientes con una presión intraocular alta.
• Personas con miopía elevada (mayor de 5 dioptrías). El nervio óptico de los ojos miopes es más susceptible a la lesión que el de los no miopes.
• Pacientes medicados con corticoides (en cualquiera de sus formas de administración).
• Personas que hayan sufrido un golpe o traumatismo en el ojo.
• Personas con diabetes. El aumento de los niveles de glucosa en sangre puede provocar graves daños en la retina (retinopatía diabética). Conviene llevar un buen control de la diabetes y someterse a revisiones oculares periódicas.
• Mujeres con cambios hormonales debido a un embarazo, menstruación, menopausia, etcétera.

En caso de que nos afecte alguno de estos factores, debemos acudir a nuestro óptico-optometrista para que nos realice un buen examen visual y así descartar si existe o no indicios de la enfermedad.