UNO DE CADA TRES FRACASOS ESCOLARES SE ASOCIA A UNA MALA VISION INFANTIL.
España es uno de los paises de la Unión Europea con mayor porcentaje de fracaso escolar. En esto influyen muchos aspectos, uno de ellos son los problemas de visión.
Para solucionar este problema, los expertos recomiendan crear programas globales que tengan en cuenta algunos factores familiares, sociales o educativos de los estudiantes. Además, de fomentar las revisones Optometricas sobretodo en la población infantil. No es extraño encontrarnos niños con alteraciones visuales que complican el proceso del aprendizaje.
Un niño pequeño no sabe lo que es ver bien, por lo cual no puede saber que ve mal si siempre ha visto así. A ello, se suma que los niños en su inocencia y timidez muchas veces ocultan estos problemas, bien por desconocerlos o bien por miedo a ser distinto a sus compañeros, y muchas veces por miedo a llevar gafas. Con la escolarización es cuando se ponen de manifiesto muchos de estos problemas visuales, y es donde el tutor toma un papel importante al poder detectarlos.
Algunos de los síntomas que se pueden detectar tanto por parte de los padres como del tutor son la falta de coordinación ojo-mano, la fatiga visual y visión borrosa de cerca (eventual o continua) o fuertes dolores de cabeza sobre y a los lados de los ojos. Existen otros síntomas como son la falta de comprensión de las tareas o en la lectura de libros, un bajo rendimiento escolar, una lectura lenta o guiada con el dedo, acercándose mucho al papel; salirse de los espacios al colorear un dibujo, déficit de atención o concentración e hiperactividad en lugares cerrados.
También hay que tener en cuenta que la forma en que los niños de esta nueva generación se entretienen en su día a día ha cambiado; ahora los más pequeños pasan la mayoría del tiempo frente al televisor, jugando a videojuegos, en ordenadores portátiles o pantallas móviles. Estos hábitos provocan estrés y cansancio en los ojos, que a la larga puede llevar a tener diferentes problemas de visión. Según un estudio de la Academia Americana de Pediatría, las horas extra de televisión provocan en el niño una disminución de su capacidad de atención y del desarrollo propio del lenguaje. Por lo que hay que fomentar la actividad infantil en el exterior y con otros niños, además de prevenir los problemas con cuidados básicos.
Uno de cada tres casos de fracaso escolar se relaciona con problemas de mala visión; de hecho, el 50% de los niños que necesitan gafas no las usa porque sus padres desconocen sus problemas visuales. Para prevenir el fracaso escolar, sobretodo si se presenta alguno de los síntomas anteriores, se debe realizar una revisión visual anual con un Optometrista, intentando hacerla coincidir con la entrada al curso para descartar problemas de manera precoz.